Los Chícharo, una familia mundialista con amor futbolero

Todavía no había llegado a Primera pero algo le veía. Tenía condiciones, sí. Con 10 o 12 años, se pasaba a los rivales con facilidad, corría más rápido que el resto. Y sabía hacer goles. Muchos goles. Quizás por eso su abuelo tenía algún tipo de percepción. 

Sonriente, sin ánimo de presión, «dicharachero», don Tomás Balcázar ‘desafiaba’ a su nieto, Javier: «Cuando juegues un Mundial y le hagas un gol a Francia, podemos hablar de tú a tú».

Pasaron varios años. El chico que tenía potencial se volvió uno de los proyectos más importantes de la historia de México. Debutó en Chivas, se volvió ídolo, pasó al fútbol europeo y…le hizo un gol a Francia en una Copa Mundial. La historia de Chicharito, Javier, sigue hasta hoy, pero, de alguna manera, ahí cerró un círculo. Entre medio de esas dos generaciones, Javier Nicolás Hernández Gutiérrez, también jugador y parte del plantel del Tri que jugó la Copa Mundial 1986. 

Chícharo abuelo, Chícharo padre, Chicharito hijo y nieto. Un récord en la historia de la Copa Mundial. Tres generaciones que participaron del torneo y acumulan cinco ediciones.

“Vivió su sueño través de mí, me lo hizo sentir, no me lo dijo pero me lo hacía sentir de diversas maneras y no hay otra teoría de que no sea real por lo que pasa con Francia», dijo alguna vez Chicharito Hernández, de 36 años, que ahora juega en Chivas, el equipo en el que nació, otra marca registrada de la familia. 

En la Copa Mundial de 1954, Tomás Balcázar González marcó un gol en la caída ante Francia por 3 a 2. Un tanto que representó la igualdad parcial, aunque Raymond Kopa le daría el triunfo al equipo europeo sobre el final. El Tri perdió los dos partidos del Grupo 1 (el otro, 5-0 con Brasil) y quedó afuera en la primera ronda.

En la Copa Mundial 1986, Javier Nicolás Hernández Gutiérrez formó parte del plantel que armó el experimentado Bora Milutinovic. Delantero, siempre en busca de oportunidades, de buen cabezazo, jugaba en ese momento en Tecos. México llegó en esa edición hasta los cuartos de final (perdió por penales contra Alemania luego de igualar 0 a 0), instancia que no volvió a enfrentar hasta hoy. 

Sería coherente advertir que Chicharito superó tanto a su abuelo como a su papá, al menos en lo que tiene que ver con la influencia en la Copa Mundial. Ha anotado en tres ediciones de la Copa Mundial: Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018. El delantero abrió la cuenta en Sudáfrica, durante el segundo partido de la fase de grupos contra Francia al minuto 63’, un gol con verdadera historia familiar. El delantero aprovechó un pase filtrado de Rafa Márquez y sin marca, encaró al portero Hugo Lloris y mandó el balón al fondo. El primer gol de una victoria muy rememorada.

«Chicharito» significa ‘pequeño guisante’ y es un apodo heredado de su papá y de su abuelo. Se trata de una planta verde, como el color de los ojos de Don Tomás, que era el suegro de Javier.

En enero de 2024, cuando Chicharito volvió a Chivas, regaló una frase que representó parte de su amor, de su pasión. Una explicación de su regreso: “Les quiero preguntar si recuerdan la frase de ‘imaginarnos cosas chingonas’. Y les pregunto si la recuerdan porque hay una persona muy especial para mí que es don Tomás Balcázar, una leyenda del Campeonísimo y créanme que es el pilar del porqué amo a Chivas, el por qué decidí jugar con Chivas y el por qué decidí regresar”.

Don Tomás murió en el 2020, situación que produjo un vacío grande en su nieto. “Nunca dejarás de estar con nosotros porque es imposible olvidarse de un ser humano con tantísima luz, una alegría contagiosa, con un enorme corazón y una bondad impactante”, escribió Chicharito en el aniversario de su muerte. 

Noah, el hijo de Chicharito, todavía no tiene edad para determinar si será una futura estrella de fútbol o qué tipo de condiciones tiene. Ni siquiera si el fútbol es lo suyo y le gusta. Pero su papá, por ahora afuera de los planes de Javier Aguirre rumbo a la Copa Mundial 2026, estará ahí, listo para homenajear a su abuelo. Le podrá argumentar que para hablarle de ‘tú a tú’ deberá hacerle un gol a Francia en la Copa Mundial. Otro más.