Cada estadio tiene sus ritos, cada club sus leyendas. El Real Madrid ha ganado 15 Copas de Europa y ese título define en parte la identidad de la institución, un lugar en el que todo lo que no sea una victoria se siente como un fracaso, un grupo humano orgulloso de su tradición.
El Real Madrid acude al Mundial de Clubes FIFA con la idea de ganar el torneo, uno más en su historial, en un nuevo inicio para la competición, algo que es muy importante para el equipo blanco, que ya fue el primer campeón de la Copa de Europa y de la Intercontinental.
En el fondo sur del estadio Santiago Bernabéu, donde está la grada de animación, con todos vestidos de blanco, se empieza siempre un cántico que caracteriza al Madrid y a su historia: “Cómo no te voy a querer”.
La letra no es compleja, son solo tres frases que se repiten una y otra vez, hasta que la grada pasa a otro cantar: «Cómo no te voy a querer/Cómo no te voy a querer/Si fuiste campeón de Europa una y otra vez».
La afición blanca liga su amor a la victoria, por más que no desaparezca en la derrota. El Real Madrid es un equipo que se define desde su historia, una de las más ilustres de todo el deporte. Y especialmente con la Copa de Europa, la Champions League, la competición que han logrado 15 veces, ocho más que el siguiente equipo más victorioso, el AC Milan.
El origen de la canción tiene más de 20 años, pues empezó en 2004 al escuchar a los aficionados de los Pumas en un Trofeo Santiago Bernabéu, el torneo veraniego que se jugaba cada año en el coliseo madridista. Sonó la melodía y caló en la grada, que entendió que con esa música se podía hacer una canción que sirviese para remarcar quién es el Real Madrid.
En aquellos momentos la canción tenía un final algo distinto al que actualmente canta la afición madridista. El club había ganado por aquel entonces nueve Champions, y la cifra aparecía en el último verso, que cambiaba el “Si fuiste campeón de Europa una y otra vez” por “Si fuiste campeón de Europa por novena vez”.
Y así fue cuando llevaban nueve o diez, pero llegó un momento en el que el soniquete dejó de rimar y hubo que mirar alguna alternativa. La grada transformó la canción para que fuese atemporal y no necesitase cambiar cada Champions. Porque el Madrid es ese equipo que piensa que la siguiente Copa de Europa no está muy lejos de aparecer en el horizonte.