El golpe que cambió la política de River
Franco Mastantuono (Azul, 2007) se convirtió el pasado verano en el traspaso más caro en la historia de la Liga Argentina. Los 45 millones de euros de su cláusula permitieron que el Real Madrid lo fichara directamente, superando los montos que el Benfica pagó por Enzo Fernández o el Barcelona por Javier Saviola.
Con los 45 millones de Mastantuono nos quedamos cortos”
El dirigente reconoció que la cifra, que hace dos años parecía histórica, hoy les resulta insuficiente. “Figura en el top tres de ventas en América Latina, pero con los 45 millones de Mastantuono nos quedamos cortos”, admitió.
Di Carlo lamentó además que el mercado europeo desestabilice a los clubes sudamericanos: “Ellos deciden reforzarse para competir y a nosotros nos desarman los planteles”.
La cláusula de los 100 millones
Como respuesta, River Plate creó una nueva política contractual: la cláusula anti-Mastantuono, de 100 millones de dólares, ya aplicada a todos los nuevos talentos. El primer beneficiado fue Juan Bautista Dadín, goleador del filial, que renovó hasta 2028 con la cifra récord en la historia del fútbol argentino.
“Esta cláusula tiene como objetivo romper la unilateralidad. Al ser 100 millones, ellos tienen que venir a sentarse a hablar con vos”, explicó Di Carlo.
Una nueva era en el Monumental
El club ha extendido esta fórmula a varias de sus joyas: Alex Woiski, Ian Subiabre, Lautaro Rivero, Facundo Colidio, Thiago Acosta, Matías Galarza Fonda, Juan Carlos Portillo, Facundo González y Agustín Obregón. Próximamente se sumará Santiago Lencina, cuya renovación ya está acordada.
La “cláusula anti-Mastantuono” ya no es solo una medida de prevención: es el nuevo escudo de River Plate para proteger su futuro.